Cuando somos niños, sabemos identificar por instinto lo que nos hace sentir seguros y lo que no. Mientras crecemos, para pertenecer, sacrificamos algunas partes de nosotros. Dejamos de reconocer nuestras necesidades, pedir lo que necesitamos, poner límites y recibir los de los demás como una expresión de amor propio y respeto. #luzalasombra
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