Cuando somos niños una de las primeras cosas que aprendemos a expresar es “no”, aunque sea con la cabeza, pero sabemos alejarnos de lo que no nos hace sentir seguros.
Mientras crecemos y la sociedad nos enseña lo que está bien visto y lo que está mal visto, aprendemos a hacer lo considerado «correcto» para pertenecer, aunque esto implique traicionarnos a nosotros mismos. Incluso cuando identificamos lo que no nos gusta, creemos que no tenemos derecho a expresarlo.
Sacrificar parte de lo que somos para encajar, agradar, ser vistos, aceptados y/o amados nos lleva a creer, inconscientemente, que no somos suficientes tal y como somos.
Esta creencia provoca que no sepamos reconocer nuestras necesidades, dándole mayor importancia a las de los demás, y por tanto que no sepamos pedir lo que necesitamos en congruencia con nuestro estado interno.
Si no sabemos establecer límites claros y decir que no, tampoco sabremos recibir los límites del otro. Cuando alguien nos dice «no», interpretamos que no somos importantes para esa persona, porque que nos dijeran que no cuando éramos niños nos hacía sentir rechazados o abandonados. A veces también es esa la razón por la que no le sabemos decir que no al otro, por temor a que crea que no es importante para nosotros. Incluso preferimos huir de una situación antes que poner un límite.
Dependiendo de lo que esté en juego para nosotros es que podemos establecerlos en algunas áreas de la vida y en otras no. Por ejemplo en el trabajo, con los amigos y familia o pareja.
Sin embargo, que alguien pueda poner límites con nosotros, aunque no sepamos sus motivos o no los podamos comprender, significa que se siente suficientemente seguro para ser él mismo.
Puesto que cada quien conoce su historia, lo que está atravesando y cómo esto le hace sentir, es el único responsable de establecer los límites que mantengan su espacio interno como un lugar seguro.
Solamente siendo auténticos podemos construir relaciones sanas basadas en el respeto. Así como cuidamos de nuestra seguridad física, es indispensable cuidar también de la emocional. #luzalasombra
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